La nueva Gigafábrica Tesla de Elon Musk en las afueras de Berlín, Alemania, ha talado alrededor de 500.000 árboles desde que comenzó su construcción en 2020, según un análisis satelital de la agencia de inteligencia ambiental Kayrros.
Antione Halff, analista jefe de Kayrros, dijo al Daily Beast que la cantidad de árboles cortados aumentó las emisiones de carbono en 13.000 toneladas, lo que equivale a conducir un automóvil de combustión interna 33 millones de kilómetros o mantener 3.000 automóviles en funcionamiento durante un año. EPA.
Las imágenes de satélite producidas por Kayrros muestran que se talaron 813 hectáreas de bosque entre 2020, cuando comenzó la construcción, y mayo de 2023, cuando se completó.
«Ha habido muchos, muchos casos de lavado verde en los últimos años», dijo el presidente y cofundador de Kayrros, Antoine Rostand, al Daily Beast en un comunicado enviado por correo electrónico. «La gente sospecha, con razón, de cualquier afirmación ‘verde’ hecha por empresas grandes y poderosas… sólo las imágenes satelitales pueden decir quién dice la verdad».
The Daily Beast se acercó a Tesla para pedirle comentarios, pero no había recibido respuesta al momento de la publicación.
Una campaña ambientalista sostenida contra la planta llevó a que casi 800 manifestantes asaltaran la planta en mayo. Los habitantes de Grünheid también se mostraron indignados y vetaron en febrero la ampliación prevista de la planta, aunque sólo fuera de forma ceremonial, basándose en los 1,8 millones de metros cúbicos de agua que absorbería la planta.
En cambio, el gobierno local dio permiso para ampliar la planta.
La principal organización contra la Gigafábrica, la Iniciativa Ciudadana Grünheide, coincidió con el análisis del Partido Ecologista Demócrata de que Tesla no recibió permisos ambientales para la construcción del sitio y que los documentos que presentó «tienen deficiencias formales y técnicas, donde no haga declaraciones confiables sobre los riesgos e impactos ambientales que pueda hacer.»
«En una de las regiones más secas de Alemania, gran parte del medio ambiente ya ha sido destruido», afirmó Karolina Drzewo, miembro de Turn Off Tesla’s Tap. el guardián. La Iniciativa Ciudadana afirmó en sus objeciones iniciales que el lugar se estaba «construyendo en una zona de protección del agua potable».