Por Angharad Brewer Gillham, escritor científico de Fronteras

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Estudiando cómo los ratones y las ratas ayudan con la depresión
Los ratones y las ratas son los principales modelos animales que nos ayudan a comprender cómo funciona la depresión y cómo tratarla. Un gran número de personas en todo el mundo viven con este devastador trastorno, pero sus causas y síntomas son tan variados que es difícil probar nuevos tratamientos y reproducir experimentos para demostrar que estos tratamientos funcionan. Escrito por científicos Fronteras en la neurociencia conductual Revisaron la evidencia de modelos de depresión en roedores y descubrieron que los modelos que involucran estrés social o suspensión de la vida han tenido cierto éxito.
Mientras tanto, los modelos con factores estresantes conductuales diseñados para inducir discapacidad se comparan fácilmente con el trabajo en otros laboratorios, pero no son lo suficientemente complejos como para modelar la depresión. Un elemento clave de la depresión es la anhedonia, la lucha por disfrutar de la vida, pero esto es muy difícil de modelar en animales no humanos. Las opciones más populares disponibles prueban tu preferencia por los sabores dulces.
El equipo concluyó que la mejor opción es proporcionar a los ratones un entorno más natural para vivir, con más espacio para socializar y seguir sus propias tendencias. Esto ayuda a evitar la influencia del experimentador y permite el control y la interpretación del comportamiento espontáneo de los ratones, creando una imitación más eficaz del comportamiento depresivo cuando se manipula el entorno. Estos entornos son más caros y más difíciles de reproducir en los laboratorios, pero ofrecen un importante rayo de esperanza para los científicos que intentan desarrollar nuevos tratamientos para la depresión.
Enlace del artículo: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2021.811987/full
Mi familia y otros animales: cómo el seguimiento de los pedigríes ayuda a estudiar la herencia
Un grupo de científicos italianos ha desarrollado un método para rastrear los efectos epigenéticos a lo largo de generaciones. Los científicos que estudiaban los transportadores de dopamina se dieron cuenta de que necesitaban un nuevo método para seguir sus complejos experimentos y se inspiraron en los famosos experimentos de Gregor Mendel sobre la herencia.
El seguimiento que desarrollaron les permitió investigar los cambios de comportamiento en las ratas y determinar si tenían una base epigenética o si las generaciones anteriores les habían brindado cuidados maternos diferentes porque sus transportadores de dopamina no funcionaban correctamente. Después de un examen cuidadoso, se dieron cuenta de que los cambios de comportamiento que estaban viendo eran causados por la naturaleza más que por la crianza, pero también que el efecto del alelo responsable variaba dependiendo del padre del que se heredaba. Las ratas que heredaron el alelo materno estaban inquietas y parecían tener problemas para dormir.
La epigenética es un campo en rápido desarrollo y apenas comienza a explorarse el alcance de las influencias transgeneracionales en la herencia. Los autores esperan utilizar este método de registro simple y práctico para dilucidar las implicaciones de la epigenética para los trastornos humanos y animales.
Enlace del artículo: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2021.781235/full
¿Son demasiado especializados los modelos de ratón con Alzheimer?
Los científicos utilizan modelos de ratón para reproducir las patologías relacionadas con el Alzheimer que vemos en los humanos, para comprender cómo ocurrieron e intentar encontrar tratamientos futuros. Pero, preguntó la Dra. Martine Ammassari-Teule, ¿son los modelos demasiado especializados para reflejar a los humanos que desarrollan naturalmente la enfermedad de Alzheimer?
Para modelar patologías, las poblaciones de ratones deben ser endogámicas. Como no muestran una variación genética normal, no pueden ser representativos de una población normal. Insertar un gen mutado para intentar comprender las influencias genéticas sobre la patología modelada por una cepa puede llevar a la pérdida de variables controladas que hacen posibles las comparaciones entre experimentos. También es difícil comparar diferentes endogamias con rasgos relevantes para una pregunta de investigación porque los mismos experimentos pueden tener diferentes efectos debido a diferencias cognitivas.
Ammassari-Teul estableció una definición del tipo de ratones en los que deberíamos estudiar el Alzheimer: animales cuya memoria puede verse afectada de manera mensurable por mutaciones peligrosas y que muestran un deterioro cognitivo antes de que los controles comiencen a sufrir una degeneración normal relacionada con la edad. Predijo que aumentar la diversidad genética de los ratones utilizados para los experimentos será la respuesta a la modelización de poblaciones humanas, pero cuidado: será necesario caracterizarla cuidadosamente para garantizar que los controles sean equivalentes.
Enlace del artículo: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2022.868473/full
Cómo los científicos pueden utilizar la neurociencia para abordar el estigma de la salud mental
Está escrito por neurocientíficos del comportamiento. Horizontes en neurociencia conductual Research Topic ha marcado un camino audaz para aprovechar la neurociencia para desestigmatizar la salud mental. Aunque no hay evidencia directa del cableado neuronal del estigma, el estigma está profundamente arraigado en nuestras emociones y su base neuronal puede arrojar luz sobre los circuitos de retroalimentación y retroalimentación que regulan la forma en que los humanos piensan, sienten y actúan.
La ignorancia empeora el estigma, señalan los autores, pero la información no lo mejora. Comprender que la enfermedad mental tiene una base biológica puede generar menos culpa, pero no impide que las personas traten mal a los enfermos mentales. El estigma contra la mala salud mental compromete inherentemente la atención médica para muchas afecciones en todo el mundo. Si bien las iniciativas educativas son valiosas, es necesario evaluarlas adecuadamente para garantizar su eficacia e investigar su impacto en las bases neurobiológicas del estigma.
Los científicos sugirieron que la investigación y la comunicación deberían centrarse en comprender la plasticidad del cerebro y la base neuronal del estigma, y encontrar formas de cambiar las percepciones que lo afectan. «Si el estigma implica el aprendizaje y la memoria», preguntaron, «¿se pueden eliminar al menos algunos de sus componentes?»
Enlace del artículo: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2021.812184/full
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