Consolidación inmediata de un cultivo de cara al mundo

En los últimos años, la pitahaya ha cobrado impulso en el mercado de exportación de frutas del Perú. Un ejemplo es el trabajo realizado por RCOORP y Terra Farmers’ Cooperative. En el norte del país, particularmente en el desierto de Olmos, en Lambayeque, se desarrolla un ambicioso proyecto de cultivo de pitahaya. Belleza americanaVariedad originaria de Guatemala.

Diego Rodríguez, director general de RCOORP, explica cómo este esfuerzo coloca al Perú en el mapa como exportador de esta fruta tropical.

«Es la fruta del dragón que tenemos Belleza americana. De hecho, ahora somos el esparcidor más grande de América Latina, plantando más de 150 hectáreas entre noviembre y diciembre, y planeamos terminar con otras 400 hectáreas en febrero. Este crecimiento ha sido muy agresivo y ha impulsado nuestro modelo de negocio”, afirma Rodríguez. Este impulso de producción está diseñado para aprovechar el creciente interés por la pitahaya en el mercado internacional.

Diego Rodríguez, director general de RCOORP.

El modelo de negocios de RCOORP también se enfoca en el crecimiento de pequeños productores que han encontrado en la pitahaya una oportunidad de inversión y una manera de ingresar al mercado agrícola de exportación. “Este modelo lo construimos junto con la Cooperativa Campesina Terra y ha impulsado un desarrollo importante en el país. Muchos agricultores y pequeños empresarios están sembrando pitahaya, lo que da un panorama muy positivo para las exportaciones del Perú”, afirma Rodríguez.

A través de un innovador sistema de inversión, RCOORP ha logrado unir a personas de diferentes sectores en este proyecto. «Gracias a nuestro modelo de inversión, una persona puede adquirir un terreno de 1000 m² sembrados de pitahaya. Hoy contamos con más de 3.500 pequeños agricultores que se han convertido en agroexportadores a través de la cooperativa, con la cual estamos posicionando e impulsando nuestro desarrollo agrícola en el país y, como imagen, para el mundo, estamos diversificando nuestra canasta exportadora”, explicó Rodríguez.

Retos y normas fitosanitarias

La pitahaya en Perú enfrenta algunos desafíos importantes, especialmente en términos de regulación y control fitosanitario. Rodríguez resalta la importancia del apoyo del Estado con medidas regulatorias que permitan la estandarización de la calidad de los productos. “Falta mucho en la regularización fitosanitaria y el control del Senasa en los pequeños agricultores que están tomando la iniciativa de exportar. Sería importante que el Estado desarrollara un plan para promover el control de las exportaciones”, comentó.

Entre los mercados más atractivos para la pitahaya peruana se encuentran España, Francia, Canadá y Holanda. Sin embargo, uno de los principales objetivos es abrir el mercado de Estados Unidos, y en ello la RCOORP ha colaborado con el Instituto Nacional de Calidad (Inacal). “Participamos en la mesa técnica con Inacal para abrir el protocolo de Estados Unidos. Después de Aguaymanto sabemos que pronto se publicará el protocolo para exportar pitahaya a EE.UU., lo cual es muy positivo, el Senasa está trabajando con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS)”, afirma Rodríguez.

El crecimiento del cultivo en Perú es una gran oportunidad, pero también requiere promoción para fortalecer su imagen como superalimento en el mercado internacional. Rodríguez destacó la necesidad de que instituciones gubernamentales, como PromPerú, fortalezcan sus esfuerzos para promover esta fruta.

“PromPerú debería empezar a promocionar mucho más la pitahaya, porque el crecimiento agrícola es exponencial en el país. Sería bueno verlo como un superalimento originario del Perú que tiene potencial para ser muy desarrollado”, afirmó.


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Rodríguez enfatizó que su grupo tuvo que adaptar las técnicas agrícolas a las condiciones locales. «El Belleza americana Es originario de Guatemala, concretamente del lago Atitlán, y gracias a la Universidad de Florida se acaba extendiendo por todo el mundo. En Perú, debido a las condiciones climáticas, hemos visto un desarrollo diferente de la planta. En Olmos tuvimos que establecer nuestros propios procesos agrícolas para entender la fenología de la planta y observar su comportamiento en el tiempo”, puntualizó.

Para obtener pitahaya de calidad, RCOORP ha desarrollado técnicas de gestión agronómica específicas, incluido el control hormonal y la creación del microclima adecuado para la planta. Rodríguez destaca la importancia de esta atención para obtener una fruta que destaque en el mercado internacional.

“En primer lugar se necesita un excelente manejo agronómico, entendiendo el comportamiento hormonal de la planta y desarrollando una buena inducción de fructificación. También son fundamentales la poda y el manejo del microclima. Esto permite que la planta dirija sus nutrientes al fruto, manteniendo el control sobre el agua y otros factores”, afirma Rodríguez.

Asimismo, el grupo RCOORP ha apostado por certificados de calidad que ayudan a que su producto destaque en los mercados más exigentes. “Nuestra pitahaya, una variedad de difícil manejo, tiene certificación orgánica, Global GAP y Grasp, y seguimos buscando nuevas certificaciones que agreguen valor a la fruta. Creemos que un cultivo orgánico de este tamaño producirá excelentes resultados para las exportaciones y el desarrollo de la agricultura de pitahaya en el futuro».

Rodríguez enfatizó que Ecuador, Brasil y otros países no cuentan con ciertas condiciones que requiere la planta. “Esto no quiere decir que no siembren, de repente ya están en proceso de investigación y probablemente les vaya bien en algunas zonas, pero es importante recalcar la siembra, la intensidad y el nivel de superficie que tenemos. «.

La demanda de pitahaya peruana está aumentando, lo que ha creado expectativas positivas sobre su precio. «Hoy en día, con un importante nicho de mercado en el extranjero, no tenemos competencia directa. Ya hemos visto precios en las primeras exportaciones entre 4,70 y 6 dólares el kilo, lo cual es positivo. Creo que a medida que la fruta se vuelva más popular y tenga buena percepción en el mercado, conseguiremos precios excelentes».

Una de las percepciones que RCOORP está cambiando es que la fruta del dragón es sólo una fruta digestiva. Según Rodríguez, los granos de pita tienen características que los convierten en un candidato ideal para ser considerado un superalimento. “Nuestra variedad tiene beneficios antioxidantes y es rica en vitamina C. Es muy beneficioso para la salud y está cerca de convertirse en tal. superalimento importante tanto a nivel regional como global. Creo que eso es lo que debemos apuntar y explotar», concluyó Rodríguez.


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